domingo, mayo 20, 2007

Yo.

Todo ocurrió hace 20 años ya, sólo ahora me he decidido a escribirlo para que algún día , luego de mi próxima muerte, alguien lo lea y tal vez pueda comprenderme.
Aquel día (recuerdo que era otoño, llovía mucho y el frío invernal ya se empezaba a hacer notar) yo iba caminando por la calle Callao. Un amigo me había dicho que si en cierta esquina uno miraba con determinado ángulo un edificio, se podía ver el secreto del universo. Todo esto él lo había leído en un oscuro libro que había conseguido en una aún más oscura librería de la calle Corrientes. Yo me dirigía hacia ese lugar con escepticismo, pero con una infinita curiosidad.
Nunca llegue a dicha esquina. Al tratar de cruzar una calle, mi mirada tropezó con alguien que caminaba en la vereda opuesta. Lo que me causó sorpresa en ese individuo fue que se parecía mucho a mí, aunque un par de años más joven. Al observarlo más detenidamente, ante mi estupor, comprobé que era yo, con otro peinado, lo que daba la impresión de juventud.
Me acerqué a él, prestando poca atención al cuantioso tránsito. Cuando finalmente estuve a una distancia en la que él me podía oír, las primeras palabras que articularon mi boca fueron inentendibles. Traté de concentrarme y pude preguntarle cómo se llamaba.

-Mi nombre es Ignacio Crosta- Me dijo.

No sólo su nombre era el mío, su voz también lo era, lo mismo que sus expresiones y cada centímetro de su ser. Saber que su nombre era el mío, terminó de confundir mi mente. Parecía que él no veía en mí todo lo que yo veía en él. Con inequívoco apuro me dijo:

-¿Necesitas algo?

Yo le pregunté si algún asunto lo tenía ocupado.
Él me respondió que venia de comprar unas cosas que necesitaba, aprovechando que había salido a desengañarse con el universo (así me dijo).

Yo le pregunté, casi al borde del desmayo, qué era lo que había sobre su escritorio, al lado de la lámpara. Él me miró muy extrañado por la pregunta, pero me dijo (doy fe que lo dijo) que lo que allí había era una granada desarmada de la 1º Guerra mundial. Inmediatamente luego de esta respuesta, se despidió bruscamente; paró un taxi y se fue. Me quedé perplejo. Saqué la lista de cosas que debía comprar (las mismas que cargaba él, o sea yo), la arrugué y la arrojé al suelo. Luego pensé en aquella granada que me recordaba a mi abuelo, que nunca más iba a poder mirar igual.

Quedé muy confundido con esa experiencia, nunca más volví a ser el mismo. Pronto me recluí en esta habitación de la que he salido sólo un par de veces desde aquello, para volver rápidamente espantado.

Me pesa pensar que hay alguien más ahí afuera, otro ser que es igual a mi, que actúa por mi. Todo lo que él haga será hecho por mí, todo lo que hizo también. Sus crímenes se me adjudicarán, lo mismo que sus amores.

Tal vez ese ser no era nadie, bastó mi conciencia acerca de su existencia para darle forma definitiva, quizás. Temo que eso era lo único que le faltaba para tomar mi lugar. Yo, por lo pronto, me recluí lejos de todo el mundo. No podía concebir que una misma persona hiciera dos cosas distintas al mismo tiempo. Simplemente opté por dejarlo ser él, y también yo. No creo que haya nada más monstruoso que un hombre duplicado, ejecutando actos por separado. Yo me resigné a esta habitación, a esta larga y solitaria agonía, le ahorré al mundo el espanto de la duplicación, dejé al otro ser yo, y me resigné a ser nadie. Después de todo, todos seremos nadie, yo (tal vez) lo fui más temprano.


8 comentarios:

Anónimo dijo...

El asado del sabado tenia estupfacientes?

Ignacio dijo...

No, tenia cianuro. Pero evidenetemente no funciono algo, porque todavia andas dando vueltas... jeje

Anónimo dijo...

Con razon no podia salir del baño hoy :P (si ya se soy un asqueroso)

Cielo Violeta. dijo...

Excelente, excelente.
Me encantó!

Viste "El gran truco"? Si no la viste, mirala. Si la viste podés leer lo que está a continuación entre asteriscos, sino NO.


*********************************
*********************************
*********************************
Dos Ignacios me recuerdan al mago que, no recuerdo su nombre, pero son dos... dos vidas paralelas, o mejor dicho, una vida, dos personas.
Es genial!
*********************************
*********************************
*********************************



Besos, y escribís muy lindo mucho.

Valeria dijo...

mmmmmmmmmmm... pará que lo vuelvo a leer y después te digo, si?

L. dijo...

me gustó la historia.
me dio un poco de miedo pero debe ser que soy naturalmente miedosa.
Le faltaría la música de dimensión desconocida de fondo...pero ahí me daría terror.
Así que mejor no.

Muy bueno!

Valeria dijo...

estemmmmmmmm.... puedo seguir pensando???

Ignacio dijo...

cielo violeta: gracias. La peli no la vi, pero ahora tendre que verla.

Churrasquita: Dale.

Lane: Si tan solo pudiera ponnerle musica de ambiente al blog, muejejej

Churrasquita: Em....Dale. Pero no se si vale la pena hacerlo por esto, jajja